*Por Gabriela Oliván
Presidente de WINN
5.250 atletas mujeres y 5.250 hombres. Por primera vez desde su inauguración en 1896, los Juegos Olímpicos tendrán paridad de género. Las palabras de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), son contundentes respecto de lo que sucederá el 26 de julio en el Stade de France, en París: “Será uno de los momentos más importantes en la historia de la mujer en los Juegos Olímpicos y en el deporte en general”.
Los números en plena antesala hablan por sí mismos. Sólo el 26,9% de los puestos ejecutivos de las federaciones nacionales están ocupados por mujeres y apenas 24 de los 206 comités nacionales del Comité Olímpico Internacional (SIGA, 2023). En la Argentina, la situación es aún más preocupante: sólo 2 de cada 10 miembros de comisiones directivas de instituciones deportivas son mujeres, y si analizamos los clubes de barrio, 1 de cada 10 están presididos por mujeres (Fundación Mujeres en Igualdad, 2022). La pregunta es: ¿pueden los medios, comunicadores y creadores de contenido contribuir a transformar esta realidad? Sí. Sin duda.
Un informe elaborado por Unesco señala que a pesar de que “el 40% de los participantes en los deportes son mujeres, los deportes femeninos sólo reciben alrededor del 4% de la cobertura. Y, de esa cobertura limitada, las mujeres a menudo son objetivadas o degradadas”. Esta escasa representatividad femenina en los medios, sumada a coberturas que muchas veces son estereotipadas y/o discriminatorias, desalientan la participación, permanencia y desarrollo de niñas y mujeres en el deporte.
Y este no es sólo un problema para las atletas que ven limitadas sus posibilidades de crecer, conseguir sponsors y visibilizar sus logros. Es también un problema social, porque la paridad de género impulsa el crecimiento, la innovación y la resiliencia de los países (Informe Mundial sobre la Brecha de Género 2023, Foro Económico Mundial). Además, en los medios, una mayor cobertura de atletas mujeres permite desarrollar nuevas audiencias que se traducen en más oportunidades comerciales.
En síntesis, resistirse a promover una cobertura igualitaria es eludir nuestra responsabilidad social pero también, un mal negocio. Los estudios también demuestran que, durante los Juegos Olímpicos, la visibilidad de atletas femeninas aumenta. Un relevamiento que analiza de forma cuantitativa la presencia de mujeres deportistas en Marca, As y Mundo Deportivo durante los Juegos Olímpicos de Río 2016, indica que el 20,4% de las informaciones estuvieron protagonizadas por mujeres, mientras que el 42,9% eran sobre hombres, el 32,7% de mujeres acompañadas al menos de un protagonista masculino y el 4% restantes eran institucionales.
De este modo, la investigación concluye que, aunque siguen siendo los hombres los grandes protagonistas, los Juegos Olímpicos contribuyen a visibilizar el deporte femenino, algo que no ocurre durante el resto del año. Por eso, WINN, Olympism 365, ONU Mujeres y la Alianza sin Estereotipos se unieron en el desarrollo de una serie de herramientas de Comunicación para la Igualdad que podrán ser descargadas desde la web.
A los organizadores de los Juegos Olímpicos les llevó casi 130 años darse cuenta de la importancia de promover la paridad. Es de esperar que medios y comunicadores reaccionemos más rápido y que podamos aprovechar el impulso que nos dan los Juegos Olímpicos París 2024 para mantener prendida la antorcha de la inclusión y la diversidad donde nos toque participar.
*Esta columna de opinión fue publicada en el diario La Nación el 15 de julio de 2024.